Sobre la educación en tiempos de pandemia

Excma. Sra. Ministra de Educación D.ª María Isabel Celaá
Excmo. Sr. Consejero de Educación y Juventud de la CM D. Enrique Ossorio
Excmo. Sr. Alcalde de Madrid D. José Luis Martínez-Almeida

Transcurridos tres meses desde el cierre de los centros educativos para hacer frente a la expansión del coronavirus, desde Madres por el Clima consideramos urgente valorar sus consecuencias académicas, sociales y sobre el bienestar de la infancia. En consecuencia, es necesario que la toma de decisiones sobre la futura apertura de los centros tenga en cuenta la capacidad del sistema educativo de subsanar los problemas originados por el cierre de los mismos.

Las investigaciones del Proyecto Atlántida concluyen que el proceso de aprendizaje de todo el alumnado se ha visto fuertemente afectado por el confinamiento. Se estima que cerca de un 30% de los escolares no han podido seguir el modelo educativo online. Las principales dificultades apuntadas son la falta de medios, tanto materiales (informáticos, conexión a internet, espacios adecuados para el estudio), como humanos (la falta de autorregulación del escolar, de apoyo docente y familiar). A esto se suma la poca coordinación interna de los centros educativos y el escaso apoyo a las familias. Hay que tener en cuenta tanto que las familias se han visto obligadas a compaginar el trabajo presencial y/o el teletrabajo con el apoyo a las tareas escolares, como la inviabilidad de la opción virtual en las etapas más tempranas. En el estudio la mayoría de los docentes valoran negativamente las directrices y los materiales elaborados por las administraciones educativas. Todo ello manifiesta la falta de preparación de los centros educativos, el profesorado, las familias y las administraciones para realizar una enseñanza virtual. La enseñanza online ha afectado negativamente al derecho a la educación recogido en la Constitución Española y en los tratados internacionales suscritos por nuestro país.

Save the Children señala que la enseñanza a distancia ha agravado la brecha social en educación debido a la brecha digital, la desigualdad económica (incrementada por la pandemia), así como a las diferencias en los niveles educativos de las familias, especialmente en las madres, sobre las que recae el apoyo en los estudios de sus hijos e hijas. El cierre de los centros ha supuesto una desvinculación escolar, esperándose un incremento en la repetición de curso (más acentuado en las familias con menores recursos), el fracaso y abandono escolar. Con un 17,9% de abandono escolar, España tiene de las tasas más altas de la Unión Europea. Estamos por tanto ante una crisis educativa además de sanitaria y económica.

La pandemia ha repercutido negativamente en la salud mental de la sociedad
ocasionando inseguridad laboral, estrés económico, trauma por fallecimiento o enfermedad de personas allegadas, así como sobrecarga emocional por la necesidad de conciliar el trabajo con las tareas de cuidado, sobrecarga especialmente grave en el caso de las mujeres con menores a su cargo. Save the Children advierte que prácticamente uno de cada cuatro menores sufre ansiedad por el aislamiento social y muchos corren el riesgo de sufrir trastornos psicológicos permanentes. El proyecto Vida-Covid-19 señala que un 20% de españoles presenta síntomas clínicamente significativos de depresión y estrés postraumático. Asimismo, se han incrementado notoriamente los casos de violencia de género e infantil (tan solo del 23-30 de marzo, nada más iniciar la pandemia, la Fundación ANAR detectó 173 casos graves de violencia a menores).

Por tanto, se constata que el cierre de los centros educativos es una medida con importantes repercusiones negativas sobre el bienestar emocional y físico de la población, agravando las consecuencias negativas de la pandemia. Sólo el mantenimiento de la actividad docente presencial garantiza el adecuado derecho a la educación.

Por todo lo anterior y superado el periodo más crítico de la pandemia desde Madres por el Clima consideramos que:

  1. Es esencial que el aprendizaje se realice en el marco de los Objetivos de
    Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas
    , que señalan a la educación como la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. La pandemia demuestra la importancia de los cuidados y de crear centros educativos más humanizados, centrados en el cuidado de la humanidad y con ello, de nuestro planeta. Es necesario que los centros educativos velen por la salud de la infancia en todas sus dimensiones y que fomenten la alimentación sana junto con unos desplazamientos activos, seguros y saludables.
  2. Es necesario volver a la enseñanza presencial para dar cumplimiento al derecho fundamental a la educación reconocido en la Constitución Española (art. 27), que establece la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza básica y la obligación de los poderes públicos de garantizar este derecho mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados. La Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, establece el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer en condiciones de igualdad de oportunidades, la obligación de los Estados firmantes de adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir la deserción escolar. Dadas las especiales circunstancias y para garantizar este derecho, entendemos que el sistema educativo español debe inspirarse en el principio de flexibilidad y adecuar la educación a los cambios que experimentan el alumnado y la sociedad, como establece el art. 1.e de la Ley Orgánica de Educación.
  3. Abogamos porque la educación presencial sea considerada un servicio esencial, el derecho a la educación no puede ser objeto de paréntesis indefinido ni afirmaciones sin contrastar y debe garantizarse su adecuado ejercicio. Así pues, la vuelta al cole debe considerar las peculiaridades de cada edad, permitiendo la socialización, siendo ésta una competencia básica del aprendizaje y un derecho de la infancia (art. 31).
  4. Es fundamental una vuelta al cole suficientemente segura. Las medidas a adoptar deben sustentarse en estudios epidemiológicos y de riesgo que faciliten datos sobre el comportamiento del Covid-19 en menores y su capacidad de contagio (estudios recientes desmienten que los menores sean súper contagiadores), así como en experiencias internacionales. En base a tales datos, sería necesario: adaptar las ratios, rediseñar los espacios, reconsiderar la utilización de otros (priorizando aquellos al aire libre), reorganizar
    tiempos y contratar personal para la aplicación de las medidas.
  5. La contratación de personal con funciones orientadas a la gestión emocional y
    acompañamiento de la infancia es básica
    . Las diferentes realidades vividas durante la pandemia, la llegada al colegio y la asunción de nuevas formas de funcionamiento requieren de acompañamiento para su gestión y para dar la calidad educativa a la que tienen derecho.
  6. Es indispensable el establecimiento de protocolos informados y claros de las actuaciones a llevar a cabo en caso de repunte de la epidemia y facilitar la puesta en funcionamiento por parte de las comunidades educativas desde el inicio del curso.
  7. Asimismo, es imprescindible la dotación de presupuesto para la adopción de estas medidas.

Las administraciones con competencias deben ponerse a trabajar inmediatamente y de manera coordinada para hacerlo posible.